#1
Publicado: Jue Oct 16, 2014 12:48 pm
Pues veréis, me he animado a registrarme para contar mi caso y conocer opiniones.
Mis experiencias en este tema empezaron hace unos 7 años. Cuando me declaré a la que todavía es mi actual pareja, y ella me correspondió, me puse muy nervioso y tuve que ir al baño a sacar hasta las tripas. Me pareció normal, y en aquel momento no pensaba nada, claro. Al día siguiente iba a verla por la mañana, y sólo de verla aparecer me puse terriblemente nervioso, tanto que tuve que irme a casa. Desde ese día, mis mayores afecciones digestivas se producen por la mañana. Unos días con muchos nervios, casi sin poder verla, vomitaba mucho y no tenía hambre, tenía el estómago cerrado. Pero sí, básicamente vómitos, sin diarrea.
Con el tiempo normalicé el poder estar con mi pareja, aunque en situaciones en las que me veía a solas con ella me producían algo de nervios, siempre dirigidos hacia los vómitos. Lo acabé normalizando bastante, también, y reduciendo.
Posteriormente, al ir a hacer un importante examen, me dio un ataque BRUTAL y repentino de ganas de ir a hacer de vientre, y no sé qué milagro se obró para que me diera tiempo a llegar al baño del centro donde hacía el examen. El caso es que tuve que ir muchas veces, e hice el examen con mucho dolor porque estuve aguantando como pude porque no me dejaban salir al baño.
Con el paso del tiempo, me iba poniendo nervioso ante situaciones extraordinarias (viajes, conciertos, fiestas, celebraciones...) haciendo que tuviera necesidad de ir a hacer de vientre cada vez con más asiduidad. Y las mañanas previas a estas situaciones las pasaba peor, claro, todo se me magnifica por las mañanas. Al final, fui a ver a un digestivo y me dijo que tenía SII, básicamente. No me recetó nada, sólo me dijo que era normal en casos de nervios.
Pues bien, en los siguientes años, cada vez más situaciones extraordinarias se han añadido a mi "catálogo" de situaciones a evitar o a vigilar. Por ejemplo, una vez tuve que conducir por la mañana y me dio por el camino, teniendo que llegar al extremo de parar varias veces en mitad de una autopista para hacer de vientre en algún trozo de campo cercano. Lógicamente, son situaciones muy desagradables y que intento evitar a cualquier precio. Y como esta, mil situaciones distintas más que se han ido sumando. También aprendí a usar el Fortasec cuando sabía que me iba a tener que enfrentar a situaciones así. Muchas veces funcionó más o menos bien, otras, apenas noté el efecto.
El caso es que en este último par de años me han dado ataques ante situaciones que no son para ponerse nervioso. Concretamente, la más repetida es estar en algún sitio cerrado o no (por ejemplo, en el transporte público, en un autobús, etc) y pasarme por la cabeza que donde estoy no hay baño. Automáticamente, claro, mi intestino se pone a trabajar como si se acabara el mundo, y acabo teniendo ganas (y muchas veces auténtica necesidad) de ir al baño. Algunas veces, incluso, he tenido que bajar en una parada que no era la mía y buscar cualquier baño con urgencia. Esto es medianamente salvable en buses de línea o metro, pero en ningún caso en un autobús de largo recorrido, donde se me haría inconcebible subir. De igual forma, intento evitar conducir en la medida de lo posible, para evitar situaciones de verme encerrado en el coche y no poder bajar a hacer de vientre bajo cualquier árbol, cual perro salvaje.
Ha llegado el punto en el que mi vida se ha visto tremendamente limitada, y he ido a pedir ayuda desesperada. Un psicólogo me recomendó tratamiento contra la ansiedad anticipatoria y me dijo que se podía curar, aunque también me dijo que, lo primero, era volver a ir a un digestivo para descartar cualquier posible enfermedad del aparato digestivo (ahora estoy en este punto, pendiente de ir a un disgestivo y, si todo sale bien, al psicólogo después).
Por toda la experiencia que he acumulado y sufrido estos años, entiendo que mi problema es puramente psicológico, aunque se ve reflejado en el intestino. En un día normal, donde me puedo levantar relajadamente, desayunar sin prisas, y donde no tengo que ir a ningún sitio pronto por la mañana, no tengo ningún problema y voy al baño normal. No hay comida que me siente mal, en principio, ni nada a evitar. Ahora bien, si tengo que ir a algún sitio por la mañana (antes de las 10-11h, por ejemplo) es cuando me pongo nervioso pensando en que es muy pronto, etc, y es cuando tengo que ir al baño desde que me levanto, prácticamente. Esta situación se ha agravado, como es lógico, al sumar todas las experiencias que me han ido pasando con los años.
Mi autodiagnóstico es que tengo una especie de fobia a verme encerrado y sin poder ir al baño, sumado al miedo o vergüenza a tener que ir al baño en situaciones no normales estando con otras personas, además del agravante por las mañanas, todo ello causado por situaciones de nervios y ansiedad que han ido afectando, en mi caso, al sistema digestivo.
¿Qué opináis? ¿Os pasa algo similar? ¿Creéis que es solucionable o, al menos, mejorable? Porque hasta ahora todo ha ido empeorando con el paso de los años...
Mis experiencias en este tema empezaron hace unos 7 años. Cuando me declaré a la que todavía es mi actual pareja, y ella me correspondió, me puse muy nervioso y tuve que ir al baño a sacar hasta las tripas. Me pareció normal, y en aquel momento no pensaba nada, claro. Al día siguiente iba a verla por la mañana, y sólo de verla aparecer me puse terriblemente nervioso, tanto que tuve que irme a casa. Desde ese día, mis mayores afecciones digestivas se producen por la mañana. Unos días con muchos nervios, casi sin poder verla, vomitaba mucho y no tenía hambre, tenía el estómago cerrado. Pero sí, básicamente vómitos, sin diarrea.
Con el tiempo normalicé el poder estar con mi pareja, aunque en situaciones en las que me veía a solas con ella me producían algo de nervios, siempre dirigidos hacia los vómitos. Lo acabé normalizando bastante, también, y reduciendo.
Posteriormente, al ir a hacer un importante examen, me dio un ataque BRUTAL y repentino de ganas de ir a hacer de vientre, y no sé qué milagro se obró para que me diera tiempo a llegar al baño del centro donde hacía el examen. El caso es que tuve que ir muchas veces, e hice el examen con mucho dolor porque estuve aguantando como pude porque no me dejaban salir al baño.
Con el paso del tiempo, me iba poniendo nervioso ante situaciones extraordinarias (viajes, conciertos, fiestas, celebraciones...) haciendo que tuviera necesidad de ir a hacer de vientre cada vez con más asiduidad. Y las mañanas previas a estas situaciones las pasaba peor, claro, todo se me magnifica por las mañanas. Al final, fui a ver a un digestivo y me dijo que tenía SII, básicamente. No me recetó nada, sólo me dijo que era normal en casos de nervios.
Pues bien, en los siguientes años, cada vez más situaciones extraordinarias se han añadido a mi "catálogo" de situaciones a evitar o a vigilar. Por ejemplo, una vez tuve que conducir por la mañana y me dio por el camino, teniendo que llegar al extremo de parar varias veces en mitad de una autopista para hacer de vientre en algún trozo de campo cercano. Lógicamente, son situaciones muy desagradables y que intento evitar a cualquier precio. Y como esta, mil situaciones distintas más que se han ido sumando. También aprendí a usar el Fortasec cuando sabía que me iba a tener que enfrentar a situaciones así. Muchas veces funcionó más o menos bien, otras, apenas noté el efecto.
El caso es que en este último par de años me han dado ataques ante situaciones que no son para ponerse nervioso. Concretamente, la más repetida es estar en algún sitio cerrado o no (por ejemplo, en el transporte público, en un autobús, etc) y pasarme por la cabeza que donde estoy no hay baño. Automáticamente, claro, mi intestino se pone a trabajar como si se acabara el mundo, y acabo teniendo ganas (y muchas veces auténtica necesidad) de ir al baño. Algunas veces, incluso, he tenido que bajar en una parada que no era la mía y buscar cualquier baño con urgencia. Esto es medianamente salvable en buses de línea o metro, pero en ningún caso en un autobús de largo recorrido, donde se me haría inconcebible subir. De igual forma, intento evitar conducir en la medida de lo posible, para evitar situaciones de verme encerrado en el coche y no poder bajar a hacer de vientre bajo cualquier árbol, cual perro salvaje.
Ha llegado el punto en el que mi vida se ha visto tremendamente limitada, y he ido a pedir ayuda desesperada. Un psicólogo me recomendó tratamiento contra la ansiedad anticipatoria y me dijo que se podía curar, aunque también me dijo que, lo primero, era volver a ir a un digestivo para descartar cualquier posible enfermedad del aparato digestivo (ahora estoy en este punto, pendiente de ir a un disgestivo y, si todo sale bien, al psicólogo después).
Por toda la experiencia que he acumulado y sufrido estos años, entiendo que mi problema es puramente psicológico, aunque se ve reflejado en el intestino. En un día normal, donde me puedo levantar relajadamente, desayunar sin prisas, y donde no tengo que ir a ningún sitio pronto por la mañana, no tengo ningún problema y voy al baño normal. No hay comida que me siente mal, en principio, ni nada a evitar. Ahora bien, si tengo que ir a algún sitio por la mañana (antes de las 10-11h, por ejemplo) es cuando me pongo nervioso pensando en que es muy pronto, etc, y es cuando tengo que ir al baño desde que me levanto, prácticamente. Esta situación se ha agravado, como es lógico, al sumar todas las experiencias que me han ido pasando con los años.
Mi autodiagnóstico es que tengo una especie de fobia a verme encerrado y sin poder ir al baño, sumado al miedo o vergüenza a tener que ir al baño en situaciones no normales estando con otras personas, además del agravante por las mañanas, todo ello causado por situaciones de nervios y ansiedad que han ido afectando, en mi caso, al sistema digestivo.
¿Qué opináis? ¿Os pasa algo similar? ¿Creéis que es solucionable o, al menos, mejorable? Porque hasta ahora todo ha ido empeorando con el paso de los años...